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Dpto R

Orden del caos. Al ingresar por primera vez a esta vivienda fue lo primero que pensé. La encomienda consistía en dar un cambio de cara al departamento. Pero para lograr ese objetivo era necesario reubicar las zonas de estar, comer y dormir, hecho que era aún mas evidente de acuerdo a las condiciones del habitante de esta vivienda: una señora mayor con problemas temporales de movilidad, la cual encontraba en el mismo mas una trampa que su lugar en el mundo. 

 

De esta manera, la intervención se extendió a mucho mas que una "lavada de cara". Se distinguieron dentro del ambiente único una zona para comer y una para estar-dormir bastante diferenciadas pero integradas en el mismo espacio. Se le dio nueva vida para que la experiencia dentro del mismo otorgara motivación a través del color y la luz, elementos primordiales para desarrollar las actividades desarrolladas por la habitante (la escritura) y para que este lugar se transforme realmente en su hogar.  

 

Un mobiliario continuo, que cubre todo el ambiente, siendo biblioteca, guardado de ropa y escritorio, organiza el espacio, a la vez que aporta los lugares de guardado necesarios para liberar el resto del ambiente.

 

Orden del caos. No sólo por las formas y la estética, sino para otorgar una mejor calidad de vida.  

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