Juan Ignacio Elizalde Arquitecto.

La situación existente se basaba en una vivienda típica marplatense, la cual ante el cambio en los modos de habitar y la instalación de una nueva familia en ella, resultaba obsoleta para las necesidades de sus habitantes, sobre todo en el sector cocina, que carecía del espacio adecuado.

Es por esta razón que la reforma radicó en la creación de un espacio de gran amplitud en el cual converjan cocina y comedor diario, acompañado de otros espacios de servicio como un toilette y una pequeña sala de máquinas. Se decidió que este sector funcione como un gran espacio sin divisiones, en consecuencia una gran barra en forma de serpiente organiza el espacio, determinando una zona de cocinar con amplios espacios de mesada y alacena, horno, anafe y microondas, por un lado, y la zona de comedor, por el otro. Esta barra tiene diversas funcionalidades, entre ellas la de espacio de trabajo, espacio de lavado, y también como extensión del comedor.

Por otra parte, se decidió dotar de visuales cruzadas hacia el patio y el acceso de la vivienda al mismo tiempo para garantizar iluminación natural durante la mayor cantidad de horas del día.